Después de un tiempo he vuelto a visitar el cine para ver Distrito 9 (vale, otra de ciencia ficción ;) )

Es una curiosa película esta. Está rodada en parte como si fuera un documental, a veces inclusive con cámara en mano, hablando de un suceso que ha pasado y el cuál iremos conociendo poco a poco a lo largo de la película, hasta que en el último momento se llega al presente.

Pero, ¿cuál es la historia? Todo empieza cuando en los 80 aparece una nave espacial enorme encima de los cielos de la Tierra. El mundo entero espera a que hubiera algún tipo de comunicado, pero no pasa nada, con lo que meses más tarde deciden entrar a la fuerza en la nave espacial.

Una vez dentro no se encuentran con una raza alienígena tremendamente inteligente, sino que se encuentran con un montón de seres extraños, muertos de hambre y con una inteligencia que deja un poco que desear. ¿Qué parecen? Pues recuerdan a nuestros queridos bichos, pero por lo visto, los “bichos jefes” han muerto, o han desaparecido o cualquier otra cosa, y estos seres se encuentran un poco perdidos.

Los humanos, en su buena fe, los bajan a tierra y los recolocan… Pero pronto suceden problemas con la población local (tienden a hacer robos, rebuscan en la basura, son “raros”… y todos dicen que matan a la gente y otras cosas). Encima, resulta que la tecnología que traen no puede ser usada por humanos porque va firmada genéticamente para los “bichos”… Así que nada, toca recolocarlos en un sitio “mejor” para ellos.

Después de ver la película, os puedo asegurar que lo sientes es un asco bastante grande, pero no por los bichos, sino por la raza humana. Básicamente lo que vemos es una representación de una campo de concentración y como los poderosos de turno sólo buscan sus objetivos y el del resto de la población es totalmente despreciable siempre y cuando se pueda manipular la operación pública…

Y sí, os lo estaréis imaginando, es una película que merece verla en el cine o como sea, pero vamos, tenéis que verla, que no os dejará indiferentes.