Y es que como habréis visto, estuve hace un par de semanas de vacaciones y, volví con esta entrada en el blog… ¡pero volví a desaparecer durante una semana! ¿Cuál sería la extraña razón por la que hubo una desaparición total? (música de fondo de suspense… ¡tan taan taaaaaaan!)

Pues resulta que tuve una no muy grata sorpresa a la vuelta. Resulta que en el proyecto en el que soy un cheerleader técnico le adelantaron la entrega de proyecto unas cuantas semanas porque el cliente no le gustaba la fecha de entrega que se le había dado casi un mes antes.

Así que me encontré con una fase del proyecto que tendría que ser terminada en una semana y de la que llevábamos aproximadamente la mitad (y para esa mitad habíamos necesitado cosa de 2 semanas y media tirando a tres).

La primera fase fue, por supuesto, la de jurar en hebreo (y cualquier otra lengua conocida o sin conocer) y poner al equipo a trabajar. El proyecto consiste en cambiar un producto enorme (por poner un número, cerca de unas 400.000 líneas de código) de una máquina a otra con una arquitectura y un sistema operativo diferente, además de unos cambios en unas librerías y de cambio de compilador (de cc a gcc). Ésto provoca problemas totalmente inverosímiles, como cambios en el alineamiento de los datos en la memoria, problemas extrañísimos de cosas que no funcionan (por ejemplo, un strcpy tiene un montón de posibilidades de reventar en la nueva máquina y hay que usar el sprintf), manejo de sockets totalmente diferentes, cambios en mmap, etc. Vamos, el resumen es que te puedes encontrar con absolutamente cualquier cosa (además de que un código tan ingentemente grande ha sido parido por un montón de personas, así que…).

En fin, ese mismo lunes estuve chateando masivamente con el señor jefecillo alemán del que surgió todo ésto, e hizo la grandiosa pregunta de “¿Qué quieres para que lleguemos el viernes?” Estando tentado a contestarle lo que me sugirieron mis compañeros (¡6000€! xD), la respuesta fue más gente o hacer horas extra… Así que accedió a lo último y que devolverían el tiempo como horas libres.

Así trancurrió la semana, con cuatro reportes al día, con errores rarísimos, con nervios en Alemania (intentando lanzarnos cualquier cosa que fallase a nosotros) y al revés igualmente. Recibiendo “ayudas” extrañas de gurus alemánes que al final solo repercutieron en dos o tres problemas que encontramos (al final hubo unos 70-80 problemas reportados en la rama de desarrollo xD), “reportando” sin parar, con otras frases míticas como el mismo viernes que te digan “La bola está en vuestro lado” después de que técnicamente se hayan negado en Alemania a hacer su trabajo, etc.

Pero el viernes a la tarde, todos los tests unitarios automáticos funcionaban; la rama estaba bonita y reluciente y se lanzaron todas las pruebas durante el fin de semana (a fin de cuentas, ¿cuántas veces hemos arreglado algo y destrozado otra cosa?).

Después de todo ésto, tocará empezar mañana a recordar activamente que tengo unas vacaciones que tienen que ser dadas (y es que Alemania está lejos y se olvidan de las cosas); que para algo he hecho 18.5 horas extra esta semana y eso corresponden a 32 horas y pico según el convenio, lo cual involucra cuatro días más de vacaciones… A ver cuando las veo.

Así fueron las cosas y así se las hemos contado xD