Resulta curioso como un día comienza de una manera normal y sin ninguna perspectiva de especialidad por medio y de repente estás comiendo con alguien que hacía un montón de meses que no veía.

Por avatares del destino, el señor Ucedaman pasó por estos lares de camino a las tierras de las conchas y palos dominadoras de gente que anda un montón de kilómetros y pudimos tener una comilona con tres huevos, cómo el de arriba manda :D

Jopelines, es agradable ver que el mundo a veces gira de manera que te pone delante de ti algo que no te esperas y que haga que sonrías diciendo, mola el día ^^

  1. ¡Muchas gracias por la reseña! Que lástima que supiera tan a poco…

    Y si la gente de Santiago no fuera tan maja, ayer me habría acostado antes. Si me hubiera acostado antes, hoy me hubiera levantado antes. Si hoy me hubiera levantado antes, hubiera emprendido camino de vuelta antes. Y si hubiera emprendido camino antes podrían haber caido hoy otros tres huevos, peeeero al final tuvimos que comer en tierras lucenses y a las tantas.

    Ya te contaré el resto de coincidencias de la peregrinación. ¡El mundo es un pañuelo!

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