Ahí estaba yo, contento y feliz andando con mis padres rumbo a mi huerta cuando llegamos a la entrada… Miramos al horizonte, allí dónde comenzaban los territorios de gallinas y demás seres maléficos…. errr… domésticos.

Avanzamos, avanzamos y avanzamos y allí se puso un gallo dispuesto a no dejarnos pasar; cual western se colocó, esperando al siguiente paso para lanzar su ofensiva de espolones asesinos. Y ahí se me ocurrió mi idea para vencer al ser malevoloso…

Cri… cri… cri…

Cri… cri… cri…

Y ejecuté mi idea… ¿Qué habría más terrible que una imagen de un ente grande como yo, corriendo como un tonto agitando los brazos cual loco descamisado? Así que corriendo fui y…

¡Maldito ladrillo de incógnito en el suelo! Resultado: esguince… ¬¬

Así que mi plan de dominación mundial tiene que esperar… en fin… :/

  1. MUAHAHAHAHAHAHHAHA!! (risa siniestra del gallo, como si lo viera). Eso te pasa por querer espantar a unos indefensos animalitos, malo malote :D (que no, que es broma, pobret!! :p)

  2. 1. ¿Y por qué no querrías que conquistara el mundo? ¡Malevolosa!

    2. Creo que preferiría un fatality a un farm-tality :S xDDD

    3. ¬¬ !!!!!!

  3. Si es que hay que saber más psicología doméstica. Si desde el primer momento le hubieras enseñado al gallo una cazuela, se hubiera apartado, te hubiera dado los buenos días y te habría avisado de que había un ladrillo peligroso…

  4. Juas, con lo gordos y majos que son… asi no les volverás a molestar.

    Yo de peque tuve un gallo de mascota, le crie desde pollo. Se llamaba Pechugo (6.5Kg)… tiempo atrás… aiss que viejos no? :P

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