O eso parece después del cúmulo de “cosas” que me han pasado últimamante, las cuales voy a pasar a recapitular por aquí:

1. El famoso “accidente” entre mi tobillo y un señor pollo (que se volverá cazuela… ¡ya veréis!)
2. El continuo desangramiento que sufro últimamente todos los días. Parece que mi nariz está volviendo a las andadas de cuándo era pequeño y todo momento es bueno para darle un bonito toque rojo a cualquier asunto.
3. La entrada en el piso de Madrid después de las vacaciones fue también apoteósica… Después de abrir la puerta y notar un extraño olor, veo el suélo levantado en el salón y en el dormitorio y la pared con humedades y moho…
4. El primer paso para la solución del punto 3 implicó la espera de dos días y el acercamiento de un señor fontanero que reventó a tortazos el suelo del cuarto de baño (sí señores, tres habitaciones implicadas de un apartamento que tiene solo 4…) y además de regalo, la pared a tomar por los cuatro vientos… con lo que hay comunicación directa entre el salón y el cuarto de baño sin puertas ni naranjas de la china.
5. Por otro lado, tuve que abrir una disputa por artículo no pagado en ebay por la venta de un móvil, el cuál fue ganado por una personilla que decidió que el pagar no era necesario.
6. La llegada a trabajar el viernes fue también digna de mención cuando salgo del piso y veo que nieva y pienso… “Psché, tampoco es para tanto”… Voy contento y feliz a trabajar y veo que apenas hay buses… pero no solo eso, sino que el trayecto en el que suelo tardar una media de 15 minutos, se alarga a 2 horas y 15 minutos, dejando por medio un accidente del bus en el que iba contra otro coche y el abandonamiento de todo el pasaje en mitad de la carretera hasta que otro bus nos recogió… Para rematar la cosa, al cruzar una pasarela me caígo cuál saco de patatas xD (por supuesto, sobre el tobillo del esguince).
7. Por supuesto, muy poca gente había llegado ese día a la oficina y de la que había, muy pocos tenían trabajo… Pero como no, fue abrir el correo y encontrar bugs importantes en Brasil y controversias arduas para otros de este continente.
8. Y como la mala suerte es pegadiza, el fin de semana iba a ser largo (pillado de vacaciones el lunes y martes) para acercarnos a Salamanca con mi srta respectiva, la cuál tenía que llegar en avión a los mandriles… La hora prevista de llegada eran las 16.30, pero se efectuó a las 23.00h aproximadamente, con la gracia encima de dejar abandonado el avión en mitad de una pista tan llena de nieve, que ni podía llegar a dejarlos en el aeropuerto…

Y bueno, por ahora este es el parte de daños de los últimos 7 días… ¿cómo serán los siguientes? O_O

Ampliación: Se me olvidaban más cosas:

1. Reventón de la luz del salón
2. El flash de la reflex no se quiere abrir xD