Docker es una de las tecnologías que más se han oído en los últimos años en el mundo de los sistemas informáticos.
¿Qué es Docker?
A grosso modo es un sistema que automatiza el despliegue de aplicaciones usando para ello el concepto de contenedor de software. Para ello utiliza la virtualización de Linux en la que se cargará solamente el software necesario que se quiera desplegar.
Es decir, si lo resumimos es que tendremos una caja en la que ejecutaremos solo que necesitamos, que estará aislado de nuestro sistema principal y que, al ser tan minimalista y utilizar los sistemas propios de virtualización de Linux, irá muy rápido.
¿Para que sirve Docker?
La utilidad básica es que cualquiera podrá tener un entorno “igual” que el entorno de producción, es decir, perfectamente configurado y listo para ser utilizado sin problemas.
Los desarrolladores podremos tener el mismo entorno, con las mismas versiones de todo y todo perfectamente controlado. Testers podrán probar en el entorno de producción, sin tener que crear extraños escenarios, etc.
Y todo esto teniendo en cuenta que no son máquinas virtuales al uso, sino contenedores muy ligeros que hasta las puedes encontrar en el repositorio con git e ir bajándolas al gusto.
Instalación de la Toolbox de Docker en Windows
Y aquí tenemos un problema encubierto. Si habéis leído con atención lo anterior, habréis visto que menciono la palabra Linux. Sí, es exclusivamente para Linux, pero tenemos versión para Windows. ¿Cómo puede ser? Pues básicamente porque se utilizará un motor de virtualización externo, en dónde se ejecutará un Linux muy, muy ligero y ahí irá directamente toda la tecnología de Docker.
Sí, no es muy eficiente, pero es una opción si hay que trabajar con ello y ya se desplegará en un entorno Linux de verdad para que todas sus características fluyan correctamente.
En la documentación oficial tenemos como se realiza la instalación en Windows, que básicamente consiste en instalar el ToolBox de Docker.
Esta ToolBox contiene todo el núcleo, que podemos diseccionar en lo siguiente:
- Docker Engine. Este es el motor principal, con él podremos ejecutar las imágenes de software dentro de un contenedor.
- Compose. Es una herramienta para poder definir y ejecutar multi-contenedores.
- Machine. Es una herramienta que permite instalar el Docker Engine en hosts virtuales y ser manejados por este Docker Machine.
- Kitematic. La interfaz GUI que dispone Docker.
Tendremos que responder a una serie de preguntas típicas, como si queremos ayudar enviando datos a Docker enviando datos anónimos, directorio de instalación y los componentes que queremos instalar:
Como podemos ver tenemos el Compose y el Kitematic que podíamos esperar, pero también tenemos el VirtualBox y Git para Windows. Como he explicado antes, Docker necesita de un proveedor de virtualización, así que ahí está la opción de instalación de VirtualBox. Esta opción la podemos obviar si ya lo tenemos instalado en nuestro entorno.
De igual manera podemos actuar con Git. Si ya lo teníais instalado, no hace falta que lo instaléis de nuevo.
El siguiente paso son las tareas adicionales, en las que básicamente preguntan si queremos un acceso directo en el escritorio, añadir al path los binarios de Docker (que siempre es recomendable) y si por último queremos actualizar el Boot2Docker (que es una distribución Linux ultra ligera basada en Tiny Core Linux hecha específicamente para este sistema).
Y con esto ya vamos al resumen general de la instalación y a instalar.
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