Tercer día en la apoteosis alemana…
Después del cansancio máximo que tuvimos el día anterior, este lo decidimos tenerlo un poco más tranquilo, dado que un viaje tampoco se basa en ir corriendo de un lado para otro…
Por eso mismo decidimos pasarnos todo el día en el palacio del emperador: Charlottenburg
Entrada al palacio
Este precioso palacio consta de diferentes partes, en unas puedes ir a tu libre albedrío, en otras debes ir con guía. Dado que teníamos tiempo, pues nos fuimos con el guía para que nos mostrase lo que nos deparaba el señor palacio.
Cuando recuerdo este palacio, lo que más me viene a la cabeza es que al pasar cada habitación era como salir de un mundo y entrar en otro… Cada sala estaba inspirada en algo completamente diferente a la anterior, con lo que tenías trozos de todos los rincones del mundo conocido. Además, cuando te quedabas embobado mirando al cielo, en ese lugar lo haces con razón, porque en el señor techo tienes unas pinturas impresionantes y, no solo eso, sino que partes de la pintura se vuelven estatuas… No sabéis la impresión que da ver el típico angelote (que de gracioso no tienen nada) y ver como una de sus piernas sale hacia afuera, o los cuernos de un ciervo.
En fin, que la visita a este palacio es más que imprescindible si vais a Berlín…
Pero lo mejor no acaba ahí todavía, sino que quedan los jardines que son de libre acceso. Puff, reconozco que me encantan los jardines de ese tipo (si no me confundo es un estilo francés), en los cuales los árboles te ocultan en la penumbra, en dónde giras y de repente te encuentras una estatua, en dónde todo parece tan tranquilo… Encima, si os perdéis acabaréis en el mausoleo en dónde estaréis esperando que empiecen a salir los muertos vivientes sin parar ^^U
¿Dónde están esos muertos vivientes?
Además, os encontraréis con dos pequeñas casas y, por supuesto, el lago que en ningún jardín debe faltar… Y bueno, si podéis, mirar en los árboles, que a lo mejor os encontráis cosas como ésta…
Mirar lo que hay en los árboles…
Y con ésto se paso todo el tercer día. Tranquilo, pero completo
Artículos sobre la ruta:
Crónicas de un viaje a Berlín… Día 1.
Crónicas de un viaje a Berlín… Día 2.
Darklady says:
Me quedo sin querer comentar. Porque cualquier manera en que puedo intentar decir lo mucho que me moriría yo estando allí… Se queda corta. El lenguaje es deficiente.
El arte es a menudo lo único que puede romper la realidad. Mmmm… Es increible que existan lugares así ^_^ Me alegro.
Jardines, jardines… Tengo que ir a los de Horta de nuevo. En ese laberinto también se anula todo ^_^
Black Hole says:
Pues quiero una galería fotográfica de ellos, ¡¡pero ya!! (y totalmente de acuerdo con lo que has dicho ^^)
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