La verdad es que nunca antes había visto una película en 3D y claro, teniendo todavía la película de Avatar en el cine (qué por cierto, lo que cuesta llegar a verla en 3D… ¡siguen las salas llenas a estas alturas!) y que casualmente hay uno relativamente al lado del trabajo y con una sesión que encima empezaba a las 19h y, leches, había posibilidad de cogerlo en el día del espectador… ¿cómo no iba a aprovechar la oportunidad de ver la que dicen mejor película en 3D que ha sido parida por el momento? Además así tenía la oportunidad de compararla con la versión 2D que había visto previamente (y qué había comentado aquí).

Pues bien, después del pago de 9€ (y dando gracias de que era el día del espectador), me dieron en calidad de préstamo unas curiosas gafas (parecían de esquiador :S) y una toallita húmeda para limpiarlas (me han comentado luego que suelen usar un mecanismo diario para limpiarlas… pero bueno, ya podía venir limpias después de cada sesión, qué para lo que cobran…)

En fin, que estaba dentro ya del cine y con las gafas relativamente limpias, hice una prueba de ponérmelas antes de empezar la película para ver que tal… Pufff, se colocaron bien encima de mis gafas (con semejante tamaño es normal), pero ya noté que enseguida me dolería la nariz.. ¡menudo peso que tenían las condenadas!

Después de las dudas iniciales de si me habían dado unas gafas polarizadas o unas gafas de sol, empezó ya la película y las gafas puestas :D

Lo primero que puedo decir es que la sensación es curiosa dado que parecía que existían unos ciertos planos, con lo que la sensación de profundidad aumentaba y tampoco tardé mucho en acostumbrarme a ello.

Bien, ya estaba viendo el famoso 3D y bien, los pasillos y “tubos” era dónde más lo notaba al principio, aunque posteriormente se notaba sobre todo por las diferentes cosas que iban flotando en un plano diferente al de la acción, etc. Aunque sin duda, lo más curioso eran los subtítulos, ¡cómo flotaban los condenados! :D

Curiosamente cada vez que miraba por el rabillo del ojo, al volver a la película notaba que las cosas no estaban como debían y hasta pasado unos segundos no volvía a apreciar correctamente el volumen.

Por ahora todo iba bien, salvo por un detalle muy molesto. Parece que, aunque ahora de repente tienes profundidad, resulta que casi sólo puedes mirar allí dónde el director ha querido que mires. Me explico, resulta que normalmente el objeto principal en cualquier composición suele estar nítido en contraste con lo poco importante que pasa a estar en un “segundo plano”, el cuál puede estar inclusive difuminado (sensación de que la cámara enfoca solamente al objeto principal). Pues bien, cuando estamos en 3D, resulta que ese “segundo plano” es brutal y cuesta muchísimo verlo porque está totalmente desenfocado.

Otra cosa que tampoco me gustó es que había veces en que me costaba ver los contornos exactos de algunas cosas. Por supuesto que otra cosa que tampoco me acabó de convencer fue que ver una película con una especie de gafas de sol, hace que pierdas mucho color de la película.

Ahhhh, y lo que creo que fue lo peor con diferencia… ¡las malditas gafas! Menudo dolor nasal que tenía al terminar la película, sinceramente estuve por lanzársela a la cabeza a los recogedores de gafas para ahorrar el dolor de los siguientes que entraran.

En resumen, y siempre en mi opinión, este tipo de cine sigue en pañales y creo que todavía no debería usarse tan masivamente como parece que la industria del cine quiere usarlo. Las gafas son muy molestas y quedan bastantes detalles por pulir para tener una experiencia realmente cautivadora.

Pd.1. El lado del precio ya lo doy por supuesto. ¿Cómo demonios cobran tanto por ello?

Pd.2. Por cierto, si queréis un artículo completo sobre ésto, mirar ésto ;)