La semana pasada por fin pude hacer algo que nunca antes había hecho… ¡¡Fuí al circo!! Sé que resulta un tanto triste el no haber ido antes pero ya se sabe que más vale tarde que nunca y, si encima vas de primera vez al Gran Circo Mundial, pues mejor :)

Llegando con prisas y con el espectáculo comenzando, me fije en la carpa. Era grande, aunque jolines, en la televisión siempre parece más grande (aunque bueno, después de ver el reloj de las campanadas, mejor me callo ante ésto)

Ya sentado, me pongo a mirar a la pista con expectación. Fueron dos horas y pico que se hicieron cortísimas. En la parte animal vi leones, caballos y elefantes (tampoco había visto nunca antes elefantes… ¡pero en que mundo vivo!) y en la parte menos animal, hubo un payaso (que lo hacía bien, pero lo de meterse entre el público me ponía nervioso), domadores, equilibristas, un grupo ¿pekines? de acróbatas, andadores en una cosa que daba vueltas y vueltas en el aire, un trio de hermanos de demostración de fuerza y más que ahora mismo me acuerdo pero no sé como nombrar ^^U (¡¡lo siento!! pero me falta vocabulario técnico para ello…)

El tiempo pasó a toda velocidad y realmente me lo pasé muy bien y, más de una vez, acabé con la boca abierta. Lo malo, lo que me dijeron, que una vez terminado te quedas un poco triste pensando: “jopelines, se ha acabado ya :/”

Cómo conclusión, recomendaros a todos ir al circo… Es como salir un poco del mundo habitual y poder respirar de nuevo en otro mundo que parecía perdido hace mucho tiempo.