Hace unos días el gran señor Hypnotoad, ¡salve al Hypnotoad!, me mencionó una cosa interesante y, cómo le dije, voy a postear algo sobre ello.

¿Qué era? el borderline de la sociedad.

Pardiez, ¡una palabra no cristiana! ¿Qué es? Básicamente el borderline es la falta de memoria; bueno, realmente tal cual no, sino más bien el matiz de sí tener memoria, pero no tener el poder de usar dicha memoria para algo más que recitar el pasado. Resumiendo, recuerdas cosas pero no puedes/sabes aplicarlo a tu vida actual.

La generalización de este concepto a la sociedad es un paso fácil y rápido. ¿Os habéis dado cuenta de que toda cosa que haya pasado hace uno o dos años parece que pertenece a otra vida y, toda la sociedad, se precipita a pasar por el mismo fallo de nuevo?

Avanzando un poco más en este concepto, hay una cosa curiosa que implica el que la sociedad viva en el borderline: solo existe el presente. Como el pasado no existe, solo vivimos en un presente eterno, en el que cosas como envejecer se vuelven aterradoras y la sociedad no para de bombardearse con productos que consumir que hagan olvidar todo lo que no sea el presente actual.

¿Acabará la sociedad fagocitándose a si misma? ¿Volveremos a pequeñas tribus? O.O

Más información: Esteban Laso

  1. Vaya, yo siempre había aplicado el término “borderline” a las personas que están en el límite de la capacidad intelectual normal (como Forrest Gump, vamos). Pero creo que efectivamente, el mismo concepto es aplicable a la sociedad borreguil actual. En un momento en el que se vive rápido y la Humanidad se mueve por estímulos visuales, como los pequeños animalitos del bosque, es la situación perfecta para que los seres superiores dominemos el mundo y hagamos de él un lugar mejor ¡JAJAJAJA!
    Recuerdo una frase de un crío que, ante la típica pregunta de “y tú, qué quieres ser de mayor?”, respondía abiertamente “yo lo que no quiero es ser Gente”. Cuánta razón. En serio, nunca me dejéis formar parte de las masas.

  2. Es curioso. Siempre se dice que “el que no conoce la historia está condenado a repetirla”, y ahora, precisamente los que se autoproclaman guardianes de la memoria parece que estén condenados a repetir exáctamente los mismos errores del pasado (y casi en el mismo orden).

    Siguiendo con tu planteamiento me llama la atención también una cosa. Cuando nosostros éramos pequeños teníamos una tremenda prisa por crecer, por varias razones, porque así los “mayores” no nos estarían continuamente diciendo lo que teníamos que hacer, porque así “tendríamos novia”, porque ganaríamos dinero etc etc; cuando somos jóvenes y conseguimos trabajo, novia, dinero, independencia, tenemos nuestros problemas (evidentemente) pero nos sentimos en nuestro sitio, pero cuando notamos que vamos haciéndonos mayores… lo que tú dices: cremas, gimnasio, anticaída del cabello…; luego, al ser ancianos daríamos todo por ser de nuevo jóvenes y emprendedores.

    Eso me mueve a pensar… ¿el estado “natural” del ser humano es la juventud? ¿no hay vida antes o después de ella? ¿ese es nuestro “presente” que no queremos abandonar? ¿tan malo es ser niño o anciano que no nos conformamos nunca con ello? ¿será cosa de cultura (la cultura occidental es mucho más inconformista con las leyes de la naturaleza que la oriental, por ejemplo), o será cosa de la persona?

  3. Y como dijo el Sr. Hole, escribio sobre el tema. En fin me embarga de orgullo y satisfaccion servir de inspiracion.

    Lo de esta sociedad con el presente eterno llega a niveles esquizofrenicos. A los 60 aun no se es viejo y los crios de 12 años se dedican a hacer cosas que nosotros empezabamos a hacer con 15 (y ya eramos prematuros). El sentido de intemporabilidad se impone en nuestro propio ciclo vital y se es joven en ese indeterminado marco de edad que media entre los 18 y los 50 y muchos. La vida tiene distinatas fases y pretender ser algo que no somos en alguna de estas fases no creo que sea ni sano ni bueno.

    Y claro luego esta el empuje de la sociedad en conjunto, este presente eterno persiguiendo un futuro que parece al alcance de los dedos y desdeñando todo lo pasado sin pararnos a reflexionar y apreder de los errores que ese pasado pueda contener. La historia se contempla con un total relativismo y se adapta para que case con nuestros valores y moral actual y eso no es ser objetivo ni nos va a permitir extraer lecciones validas de dicha historia.

    Y luego esta el consumismo y la cantidad de basura y necesidas innecesarias que nos embuchan diariamente por los ojos. A esto solo dire que ni nos hace mas felices realmente ni lo va a soportar eternamente este perdido lugar del universo…

    Hail to the Hypnotoad!

  4. 1. Muy buena tu frase, ¡sí señor!

    2. Pues planteas una buena pregunta. Pensándolo friamente no sabría a ciencia cierta que decir, aunque por lo menos antes se veneraba la sabiduría adquirida por la vejez. Pero vivimos en una sociedad de culto a la imagen y, los dos extremos, no pertenecen a ese culto así que posiblemente sea ya una cuestión cultural, más que otra cosa…

    3. Es como dices, la historia es lo mismo que un factor político. La verdad se puede poner con tantas capas por delante que no quede nada de ella, solamente ese tufillo a podría ser verdad que rápidamente nos tragamos para no tener que ponernos a pensar en lo que fuimos o seremos.

Leave a Reply

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

<a href="" title=""> <abbr title=""> <acronym title=""> <b> <blockquote cite=""> <cite> <code> <del datetime=""> <em> <i> <q cite=""> <s> <strike> <strong>